Sin embargo, su independencia no quiere decir que no hagan lazos estrechos con los miembros de la familia y mucho menos que requieren menos cuidados. Por el contrario, a lo que se cree, los gatos no son frívolos, ni distantes; si bien se demoran más para sentirse en confianza con los desconocidos, ellos crean profundas conexiones con sus dueños; incluso, al punto de identificar su estado anímico o de salud.