“Los gatos por su naturaleza consentida muestran señales claves que te pueden indicar cuando sienten dolor: se aíslan, están de mal humor, maúllan muy fuerte, en algunos casos ronronean, puede tener comportamientos agresivos o falta de apetito, todo esto es normal y por eso, la mayoría de veterinarios recetamos algunos analgésicos y antibióticos que pueden ayudar con su malestar, pero se debe tener cuidado de no superar la dosis recomendada”
Al llegar a casa también puedes guardar cajas o inhabilitar rincones donde el gato pueda esconderse, de esta forma estará a la vista para monitorear su evolución luego del procedimiento y asegurarse que su herida sane correctamente, en cuanto a esto el médico veterinario Julián Ariza asegura que “Las heridas deben estar cubiertas para que no se laman y dañen la sutura o causen infección, si el paciente es muy inquieto pueden ponerle un collarín isabelino. Lo ideal es que revises la herida una o dos veces al día y si puedes límpiala con la instrucción del veterinario, de esta forma podrás familiarizarte con la herida e identificar signos de infección o de una sana recuperación. ”
Cómo saber si la cirugía de mi gato no resultó bien
En el caso puntual del procedimiento de esterilización, el gato a la semana debe moverse sin problema y comer con normalidad, sin embargo, Julián hace un llamado a las familias, “Es muy importante verificar que el centro veterinario donde se lleva al paciente cuente con todas los certificados que lo acrediten como un lugar seguro y reconocido, además, corroborar que la persona que lo va a tratar sea un veterinario profesional graduado y con experiencia para evitar que la mascota sufra algún daño por un procedimiento mal realizado”
Por otro lado, recomienda estar atentos a algunos síntomas que pueden ayudar a identificar que algo está mal en nuestro felino: “Las intervenciones quirúrgicas pocas veces tienen complicaciones si las familias siguen todas las indicaciones del veterinario para la recuperación, sin embargo, algunos síntomas de los que se debe sospechar son: vómitos, desmayos, diarreas e inflamación prolongada de la herida, coloración anormal o presencia de pus. Si el paciente presenta alguno de estos síntomas es urgente ir con el veterinario”