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El celo en las gatas es un proceso natural que todos los gatunos debemos entender para cuidar mejor a nuestros mininos.
Si tienes una gata en casa, entender su ciclo de celo es fundamental para su bienestar y el tuyo. Saber a qué edad comienza, cuánto dura y cómo se comporta tu mirringo durante este periodo es clave para acompañarla y tomar decisiones informadas sobre su cuidado. En Mirringo, te brindamos esta guía para que te sientas preparado como tenedor responsable y puedas garantizar un entorno ideal para tu felina.
Normalmente, el primer celo suele aparecer entre los 6 y 9 meses de edad, cuando tu minina alcanza la pubertad. Algunos factores influyen en su aparición, como el ambiente en el que vive y la cantidad de luz a la que está expuesta. Las gatas que viven en el exterior, o que son callejeras, suelen tener sus primeros ciclos en épocas con más luz natural, mientras que las gatas de casa, al estar expuestas a luz artificial, pueden entrar en celo en cualquier momento del año.
El celo de una gata dura, en promedio, entre 6 y 7 días, aunque en algunos casos puede extenderse un poco más. Durante este periodo, es común notar que tu minina está más inquieta, busca afecto de manera constante y emite maullidos más frecuentes. Si no queda embarazada, el ciclo de celo puede repetirse aproximadamente cada 10-15 días, especialmente durante la temporada reproductiva, que puede durar hasta siete meses en el año.
A diferencia de nosotros, las gatas no experimentan una "menopausia" que detenga su capacidad reproductiva. Las gatas pueden tener celo durante toda su vida, lo que significa que incluso en su etapa madura pueden quedar embarazadas. No obstante, el celo en gatas mayores puede variar en frecuencia e intensidad, y el embarazo en una gata de edad avanzada puede suponer mayores riesgos para la madre y sus gatitos.
Durante su temporada reproductiva, que puede durar hasta siete meses, una gata puede tener varios ciclos de celo con solo unos días de descanso entre ellos. En condiciones normales, este ciclo puede presentarse cada 10 a 15 días.
El celo puede ser estresante tanto para tu gata como para ti. Mantenerla en un ambiente tranquilo y ofrecerle juguetes suaves o rascadores puede ayudar a distraerla. Sin embargo, la esterilización es la mejor opción para reducir el estrés del celo y mejorar su calidad de vida.
Lee nuestro artículo Cómo cuidar y calmar una gata en celo para conocer más.
Sí. La esterilización no solo evita los ciclos de celo continuos, sino que también reduce el riesgo de enfermedades y problemas reproductivos en el futuro. Esta es una decisión responsable que permite a tu minina vivir una vida más tranquila y saludable.
Conocer el celo en las gatas te ayudará a brindar el mejor cuidado a tu minina. En Mirringo, creemos en la tenencia responsable y apoyamos a cada gatuno en su compromiso con el bienestar de su felino. Considera la esterilización como una forma preventiva para asegurar una vida más plena a tu gata, y consulta a tu veterinario para tomar decisiones informadas.
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