¿Debes preocuparte? No necesariamente. Mientras tu mirringo coma bien, juegue y tenga un comportamiento normal, no hay motivo de alarma. Sin embargo, si notas que evita el contacto o muestra signos de dolor, consulta al veterinario.
Por qué mi gato no maúlla ni ronronea
El maullido es la principal forma en que los gatos se comunican con los humanos, pero no todos lo hacen con la misma frecuencia. Algunas razas, como el British Shorthair, son naturalmente más silenciosas, mientras que otras, como el Siamés, maúllan constantemente.
Si tu gato no maúlla o ha dejado de hacerlo, las causas pueden ser:
- Cambio de entorno o rutina: Un gato tímido o estresado puede reducir sus vocalizaciones.
- Problemas respiratorios o de garganta: Una infección puede causar afonía o ronquera.
- Dolor o malestar: Algunos gatos dejan de maullar si no se sienten bien.
- Comunicación no verbal: Puede preferir comunicarse con gestos, movimientos o ronroneos suaves.
Si tu mirringo solía maullar y de repente deja de hacerlo, o su voz cambia notablemente, es recomendable llevarlo al veterinario para descartar problemas de salud.
¿Es posible que un gato sea mudo o quede afónico?