Enséñale que esa caja de arena le pertenece, llevándolo a ella para que la inspeccione. Remueve y escarba un poco en la arena con tus manos para que, por instinto, haga lo mismo. Después de despertar o comer, pon a tu Mirringo en su arenero para que lo asocie con su momento de “ir al baño”. Es posible que tu cachorro no entierre sus excrementos durante las primeras veces, pero no te preocupes que su instinto lo llevará a querer tapar el olor.
Si en algún momento ves que tu gatico se está acomodando para hacer sus necesidades en otro lugar de la casa, cógelo de inmediato y llévalo a su arenero. Paciencia y hazlo las veces que sea necesario, muy pronto se adaptará.
Por último, no olvides premiarlo cada vez que haga uso de su arenero. ¡Acarícialo, dile palabras amables o regálale una croqueta para cachorros! Los refuerzos positivos son una gran estrategia durante su fase de educación.