¿Son los gatos enemigos naturales del agua?

No precisamente, algunos gatos son reacios al agua por su origen y procedencia, la mayoría de ellos viene de Medio Oriente, lugar poblado de desiertos en el que el acceso al agua era escaso, lo que los condicionó a desconfiar de este elemento por extrañeza y desconocimiento.Contrario a nosotros, los gatos no consideran el agua como un sinónimo de limpieza, ya que disponen de saliva mágica que elimina la grasa y una lengua con textura que facilita que puedas acicalarse, deshaciéndose de la posible suciedad de su cuerpo, sin necesidad de pasar por el grifo. Una buena forma de conseguir que tu michi no sea reacio al agua, es acostumbrarlo al baño gradualmente, desde que es un cachorro.

¿Por qué prefieren el agua en movimiento?

Como muchas otras, esta preferencia nace de su instinto. Los gatos tienen sentidos mucho más desarrollados que los nuestros, y confían en ellos para encontrar los recursos más óptimos en su supervivencia; a la hora de buscar agua fresca activarán su oído, y la dulce melodía del agua correr los llevará a la fuente más cercana del líquido vital. El agua estancada, en cambio, puede convertirse fácilmente en un acúmulo de polvo y suciedad, y pronto dejará de tener el sabor que los michis prefieren. Debe ser en estos casos cuando los gatos verdaderamente la consideran su kriptonita. Para contribuir a la correcta hidratación de tu gato, te recomendamos tener una fuente de agua en casa.

¿Cuánta agua debe beber un gato?

La recomendación es que beba, como mínimo, 50 ml de agua por cada kilo de su peso, por ejemplo, un gato de cinco kilos deberá beber al menos 250 ml de agua diariamente, es decir, un vaso de agua entero de tamaño normal. El límite máximo suele ser el doble, aproximadamente 100 ml diarios, pero puede variar en función de la alimentación, la actividad física del animal o la temperatura del ambiente.

Los gatos pueden aguantar varios días sin comer, pero no más de 48 horas sin beber agua. La falta de hidratación puede favorecer la aparición de enfermedades como cálculos en los riñones, lipidosis hepática o hipertiroidismo. Algunos síntomas que pueden indicar que tu gato está deshidratado son: apatía, respiración acelerada y dificultosa, aumento del ritmo cardiaco, orina de color oscuro, entre otros.

Como siempre, hay que recordar que cada mirringo es un mundo, y muchos de ellos gozan no solo de beber agua, sino de interactuar y jugar con ella. En cualquier caso, recuerda tenerle a tu gato agua fresca siempre a libre disposición.